jueves, 17 de octubre de 2013

Primeras impresiones... y buenas.

No voy a mentir, estoy emocionada con este nuevo curso. Después de cinco años de experiencia universitaria, donde todos ellos han compartido el mismo "formato" de enseñanza, este sexto año se presenta "distinto". Y he elegido ese término, distinto, porque creo que refleja fielmente mi sentir sobre estas tres primeras semanas de clase. No soy capaz de predecir si este cambio es positivo o negativo, si lo distinto es peor o mejor que lo anterior, o si es más inteligente no arriesgar y ser conservador en las "formas", pero lo que sí puedo afirmar es que algunos veníamos pidiendo y necesitando un cambio. Un cambio precedido por el planteamiento y la aceptación de unos nuevos objetivos académicos. Es este punto el que levanta mas ampollas sobre un sector, reacio e inflexible a renovar las formas tradicionales de enseñanza.

Con el beneplácito o no del organigrama educativo, este ultimo año parece responder a nuestras plegarias. En concreto, el primer planteamiento de esta asignatura ya presenta tintes rompedores. Hemos dedicado tres clases, única y exclusivamente, a la exposición conjunta de noticias actuales, sin barreras temáticas. Algunos se preguntarán que objetivo tiene realizar esta actividad en el aula, en concreto en la clase de sistema económico mundial, pues para estar informado de lo que sucede en el mundo no hace falta "malgastar" horas lectivas, sobre todo en tiempos donde la hora de clase la pagamos bastante cara. Sin embargo esta tarea genera beneficios que a simple vista son difíciles de percibir por el alumno. En el intercambio de noticias no solo se comparten puntos de vistas y opiniones. También da cabida a la reflexión conjunta sobre temas que, por estar a la orden del día, nos preocupan a todos. Lo que me despierta el interés es precisamente ese elemento de conexión con la realidad actual y con mi tiempo que comparten las noticias. Cansados de estudiar la historia de lo que "ya pasó", estamos deseosos de enfrentarnos con lo que "está pasando".

Para mí, el conocimiento es valioso si le puedes encontrar una utilidad, pues es la manera en la que uno intenta justificar tantos años de estudio. Una persona siempre sabe mas que lo que cree saber. Somos potencialmente inconscientes de nuestro propio conocimiento, diríamos. La mente se oxida, lo cual es lógico si no la usamos. El problema es que no desarrollamos el pensar, no creamos espacios para la reflexión y en muchos casos, cuando los hay, los evitamos. Tener la oportunidad de participar y contribuir en el desarrollo de actividades dedicadas a estimular el pensamiento y la razón, es cuanto menos enriquecedor a nivel humano y formativo.


T.